lunes, agosto 17, 2009

La Generación Cansada

Recibí esta presentación por correo electrónico, me parece interesante la reflexión, seguramente porque tengo una edad de cambio: 27 años… en algunas sobremesas he platicado acerca de los cambios en la sociedad que tenemos, los supuestos de las nuevas generaciones y la forma vertiginosa de mejora continua, eso que llaman globalización y las largas horas de cómo la tecnología se ha insertado en nuestras manos, en nuestro pensamiento y vida diaria, hace poco en casa de la abuela platicaba con un tío, acerca de cuales son los cambios verdaderos en la Radio por Internet comparada con la radio tradicional… buenas pláticas con mi padre de casi 50 años, mi hermano de 18 y una pequeña sociedad de amigos y colaboradores de 20’s y 30’s años… somos una generación con nostalgia de tiempos que no vivimos, los 70’s y los 30’s son décadas deseadas para haber nacido; somos una generación con el tiempo acortado, exigidos en mejorar todo lo que tocamos; es la sociedad con menor moral de todos los tiempos, imaginemos la de nuestros hijos; la presentación se llama “La generación cansada”

La Generación cansada

Nacieron en la última parte del siglo 20. Viven en una transición provocada por muchas revoluciones: la mediática, la cibernética, la sexual y la político-social. Las crisis han sido y son parte de su realidad cotidiana.

Los anticonceptivos y la revolución sexual les permiten tener relaciones sexuales sin casarse. Posponen la edad de la boda y la llegada de los hijos (que son menos). Los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales salen a la luz, exigen respeto y, por fin, se integran al panorama social. Hablan de todo, sin tapujos.

Los privilegiados estudiaron y soñaron con una carrera que ayudara a cambiar el mundo. Los no privilegiados vieron crecer el abismo entre su mundo y el otro, cuando el campo se terminó y los salarios se degradaron. Los obreros que antes comían tres platos, hoy se conforman con un refresco y una bolsa de fritos. Nutrirse es misión imposible; matar el hambre, consigna para sobrevivir.

La frivolidad es su norma de vida: si no es espectáculo que divierta no vale la pena. Los artistas, los de verdad y los de paja (creados por los medios), valen por el dinero que generan, no por su talento. La juventud, la delgadez, el dinero y el consumismo son los nuevos dioses de su Olimpo. Las arrugas, las canas, el cansancio, un cuerpo normal, no usar accesorios o ropa de marca son pecados imperdonables que los condenan al ostracismo social.

Importa discutir y defender los valores, no ponerlos en práctica. La doble moral (aceptada tácitamente) construye un sólido edificio sobre tales cimientos. El catolicismo pasa de ser refugio espiritual a distinción clasista. Dime con qué grupo estás y te diré por qué escala crees que llegarás al cielo. Los sacerdotes se vuelven mortales y la parafernalia eclesiástica, junto con la jerarquía, se ven obsoletas y rancias.

El capital cambia de inversión a especulación. El mundo dice que se globaliza (sólo una parte se puede dar ese lujo) y se agrava la polarización entre el primer y el tercer mundos. México sigue empantanado, a pesar de la alternancia iniciada por un presidente con muchísimos altibajos. Los insaciables partidos se enriquecen y se adueñan del País. La impunidad sigue imperando en nuestras vidas. Para qué denunciar, si no sucede nada.

El empleo deja de ser de planta y con prestaciones. Sus contratos son temporales aunque duren 10 años, pero no acumulan antigüedad ni prestaciones. Trabajan jornadas dobles sin pagos extras bajo la espada de Damocles: 'Hay cientos esperando tu puesto'. La ley los protege, pero se hace de la vista gorda cuando las empresas se salen con la suya.

La mayoría quiere primero tener y luego ver si puede ser. Al casarse desean empezar con todo. Un solo sueldo no alcanza. La pareja debe trabajar. Hay que integrar las tareas domésticas y la intensa vida social. Si llegan los hijos, a buscar guarderías. Corren todo el día. Uno para un lado, la otra, para el otro. Se reencuentran en la noche, siempre cansados. El estrés, la presión alta, los infartos y la depresión son familiares cercanos. Consumen Prozac como antes consumíamos 'salvavidas'.

Carro del año, vacaciones al sitio de moda, colegios caros (no necesariamente buenos), la acción en un club difícil de pagar, la casa en la colonia debida y el conservadurismo a flor de piel.

Qué flojera Chiapas: son todos pobres e indígenas.

Hable usted con ellos y compruébelo: están exhaustos. Si pudieran, dormirían una semana completa. Les falta sueño y les sobra cansancio de tanto correr tratando de morder su propia cola. Es la generación joven agotada.

2 comentarios:

Felipe dijo...

Muy bien, estoy comenzando a leer este blog ya que me lo recomendaron y considero que es de gran ayuda para mi formación como estudiante, decidí empezar una licenciatura online en la UTEL.

Felipe dijo...

Muy bien, estoy comenzando a leer este blog ya que me lo recomendaron y considero que es de gran ayuda para mi formación como estudiante, decidí empezar una licenciatura online en la UTEL.